El Erídano fue el tercer río en tamaño de la antigua Atenas después de Kifissos e Ilissos. Proveniente de la ladera sur del monte Licabetos, fluía hacia el valle de Cerámico recibiendo grandes cantidades de agua y sedimentos de las colinas circundantes durante los meses de invierno, es por eso que su lecho era inestable y su cause cambiaba de dirección. A medida que la ciudad de Atenas se iba extendiendo hacía el noreste en el barrio de Cerámico los antiguos atenienses deciden, durante la época de construcción de la muralla de Temístocles, alinearlo y revestirlo con mampostería de piedra creando así una dirección estable para el flujo de agua dentro de la muralla.
Justamente al lado del río, visible aun hoy, se distinguen los restos de otra puerta muy importante de la ciudad llamada Puerta Sagrada que conducía hacia la ciudad de Eleusina. Se encontraba exactamente al lado del cause del Eríano y se llamó así porque era el lugar donde comenzaba la Vía Sagrada (Ierá Odós). Este espacio era de gran importancia para los antiguos atenienses ya que desde aquí se preparaba y salía la procesión de los misterios de Eleusina, es decir fiestas sagradas al honor de la diosa de la agricultura Deméter, que se realizaban cada año entre septiembre y octubre.