Fue durante la antigüedad uno de los más importantes centros terapéuticos y religiosos dedicado al dios de la medicina Asclepio, al que recurrían miles de personas cada año con la esperanza de ser curadas de severas enfermedades por el mismo dios mediante el método de “enkoimisi” es decir mediante el sueño.
Asclepio, hijo de Apolo y de la mortal Coronis, fue criado por el centauro Quirón quien le enseñó todo acerca de la medicina, la naturaleza y la botánica. Sus conocimientos superaron a los de su maestro de tal manera que llegó a curar miles de enfermos y hasta resucitar muertos, por lo cual se quejó el dios del bajo mundo Hades quien perdía consecutivamente a su clientela.
Zeus no tuvo más remedio que elevar a Asclepio al dodecateo del Olimpo. Desde entonces los métodos de curación se implantaron en varios santuarios construidos al honor de este respetado e importante dios llamados Asclipía siendo uno de los más visitados desde la antigüedad el que se construyó en la localidad de Epidauro desde el siglo VI a. C y funcionó hasta el siglo IV d.C.
Los enfermos que llegaban al santuario seguían un ritual que constituía en la purificación (limpieza del cuerpo) en la fuente que se encontraba dentro del sanatorio, realizaban sacrificios, se sometían a una dieta especial, asistían a presentaciones teatrales en las fiestas de Dionisio, todo esto era parte de la terapia.