La primera ciudad que encuentra el viajero entrando a la península del Peloponeso. Localizada a 84 kilómetros desde Atenas, Corinto prosperó en la antigüedad debido a su proximidad al estrecho istmo entre el golfo Sarónico y el golfo Corintio ya que este espacio era la más corta distancia entre el mar Adriático y el Mediterráneo oriental. Es así como Corinto, aunque fundada desde en neolítico, se convierte en una de las más importantes ciudades económicas de todo el Mediterráneo desde que el tirano gobernador Periandros siglo VII a. C. manda la construcción de la principal vía Diolkos entre los dos golfos, por donde no solo pasaban mercancías sino hasta barcos en periodos bélicos.
Periandos considerado hoy día uno de los siete sabios del mundo antiguo, prohibió el comercio de los esclavos, favoreció a los pobres y fue protector de las letras y las artes convirtiendo así a Corinto no solo en una gran ciudad económica sino también en centro intelectual y cultural. Estas características perduraron durante la época romana cuando Julio César, comprendiendo su importancia estratégica la convirtió en capital administrativa de la provincia romana de Grecia el 44 a. C. época durante la cual Corinto llegó a tener alrededor de 750.000 habitantes.
En la rica historia de esta estratégica ciudad cabe destacar que fue elegida el 52 d. C. por el apóstol Pablo quién permaneció allí 18 meses y organizó una de las primeras comunidades cristianas de toda Europa, a ella dirigió las famosas epístolas “ a los corintios”. Las excavaciones han revelado no solo la gran extensión que tuvo durante la antigüedad sino también informaciones sobre los continuos terremotos que destruyeron esta ciudad durante la época bizantina.
Corinto constituye un maravilloso ejemplo de como estaban construidas las antiguas ciudades griegas, formada por la zona alta y amurallada para la protección durante los ataques: Acrocórinto, y la zona de abajo, que constituía la parte habitada siempre alrededor de un Ágora central (plaza-mercado). Además Corinto a diferencia de otras ciudades contaba con dos puertos uno en cada golfo, Cecrees en el golfo Sarónico y Lequeo en el golfo Corintio.